El vibrante telón se levantó en septiembre de 1991, apenas dos semanas antes de acoger el primer Gran Premio de Fórmula 1. Desde entonces, el CIRCUIT DE BARCELONA-CATALUNYA, situado en Montmeló (Barcelona), ha sido el epicentro de la velocidad, destacándose por su trazado innovador y una planificación meticulosa.
La fidelidad y el aprecio de los pilotos de Fórmula 1 han asegurado la continuidad del Gran Premio de España en este circuito sin interrupciones desde su inauguración. Este emplazamiento se ha convertido en un referente ineludible gracias a la combinación perfecta entre modernidad, diseño impecable y la pasión desenfrenada por la velocidad.
El Circuit de Barcelona-Catalunya, joya del automovilismo mundial, no cesa en su afán por la innovación y la excelencia. Desde su inauguración en 1991, esta icónica pista ha sido testigo de una evolución constante y vanguardista. Su historia está marcada por hitos revolucionarios: en el 2001, el deslumbrante marcador; en el 2003, una tribuna renovada; en el 2007, la introducción de una nueva chicane; y en 2023 en el paddock se han remodelado sus entrañas de instalaciones, se ha modernizado el marcador gigante y se ha ampliado la escapatoria de la curva 1.
Con un trazado moderno compuesto por 8 curvas a derecha y 5 a izquierda, este circuito alberga 3 impresionantes curvas de alta velocidad y 2 rectas donde los motores alcanzan su máximo rendimiento. Destacan dos zonas de frenado vertiginoso, donde los pilotos descienden de sexta a segunda marcha. Además, su diseño incluye amplias áreas de escape, convirtiéndolo en uno de los circuitos más seguros del Campeonato Mundial FIA de Fórmula 1 y de MotoGP.
La seguridad, su estratégica ubicación geográfica y un clima favorable hacen que la mayoría de los equipos de Fórmula 1 elijan este circuito para sus pruebas invernales. Casi mil personas colaboran durante el Gran Premio de España para asegurar un acceso fluido, atender las taquillas y gestionar las tribunas. ¡Y más de 1100 personas trabajan en los 200 puntos de restauración que ofrece el trazado!
Pero el encanto no se limita al asfalto. A escasos kilómetros, se despliegan la Costa Barcelona-Maresme y la Costa Brava, destinos ideales para unas vacaciones de ensueño o días de relajación. Por otro lado, la cercanía con una de las capitales culturales más vibrantes de Europa añade un atractivo incomparable. Philippe Gurdjian, experto en circuitos y asesor del Circuit de Catalunya, apunta a Barcelona como la ciudad más fascinante para albergar un Gran Premio de Fórmula 1. Su aeropuerto, dos autopistas contiguas al circuito, magníficos hoteles, restaurantes extraordinarios y un abanico de actividades culturales hacen de Barcelona el complemento perfecto para una experiencia más allá de las carreras.
Con un crisol de razones a su favor, ¡asistir a las próximas carreras en Montmeló es una apuesta segura para vivir la emoción del motor y el encanto incomparable de la región!